Estamos en un mundo donde tratamos desesperadamente de atraer la mayor cantidad de miradas sin pensar en la calidad de las miradas.
La guerra de los algoritmos, mundos artificiales lucha todos los días en mantenernos atrapados en la fantasía de un mundo perfecto, aunque todos sepamos en el fondo que esto no es así.
No te escribo para llenarte de ánimos y purpurina, escribo porque estamos huyendo constantemente de nuestro lado molesto, ese lado del que no nos sentimos orgullosos y nos esforzamos por resaltar lo que otros consideran bueno.
Está bien esforzarse en sobresalir por nuestras cualidades, pero de lo que quiero hablar hoy es de aprender a sobresalir, aunque tengamos cosas que estamos trabajando por mejorar para evolucionar.
Mejorar no implica crear nuevos hábitos, ir a nuevos cursos, o realizar actos heróicos, hablo de navegar al fondo de nuestras cavernas, esas partes húmedas y oscuras, donde nos da miedo descender porque no sabemos bien cómo vamos a reaccionar al estar ahí, no sabemos qué tan profundo es, porque no hemos ido ahí muy seguido.
VE HASTA EL FONDO.
Hemos tocado fondo cuando la vida nos golpea, pero no hemos ido al fondo voluntariamente para aprender y conocernos de verdad.
Este acto de valentía no es sencillo de realizar. Estamos constantemente en la zona de confort, donde nos admiran, nos dan like, nos dan la palmadita virtual en la espalda de que hacemos bien las cosas. No es fácil ir al lado que a nadie le gustaría de nosotras.
Es en este encuentro donde aprendemos a soltar la desesperación y a caminar de la mano de nuestras zonas espinosas, o menos suaves y brillantes.
Para servir poderosamente a un cliente parecería que no se relaciona para nada con un trasfondo personal. Pero déjame confesarte algo, en tiempos en que estuve angustiada por problemas económicos me costó dar servicio a mis clientes sin la ansiedad de cerrar el día con una venta exitosa.
Me costaba servir con humildad, sin ansiedad, sin pensar en mi urgencia propia, para preocuparme genuinamente por el otro.
Caí en la tentación de pagar campañas de redes sociales, siguiendo una estrategia y enfoque claro, pero no siempre resultan las cosas, sobre todo cuando se siguen consejos de personas que no están interesadas en que tengas éxito, sino en que pagues por los servicios y ya. Pensé que sobresaliendo como lo hace todo el mundo todo marcharía mejor. Y estaba dirigiendo la mirada hacia afuera.
Fue cuando observé mis angustias, mi diálogo en el trayecto a la cita con mis clientes donde me di cuenta de que debía dejar ir lo que deseaba para mí y pensar en lo que necesitaba mi cliente y a dar lo mejor que podía para lograrlo. No siempre cerré con ventas exitosas, hubo muchas veces en que era más aprendizaje que venta.
Entregarse a un proceso de servicio no significa que lo harás gratis, o que regalarás tu tiempo y talentos; se trata de servir de una forma desapegada de tus emociones,y enfocarte en brindar lo mejor de ti en ese momento presente.
A eso le llamo una verdadera gimnasia interior. Y no siempre lo he logrado, pero lo sigo entrenando a diario.
APRENDE A SOBRESALIR sin sobresalir.
Me encanta el juego de palabras, por eso encontrarás cosas aparentemente contradictorias en mis textos. Aprender a sobresalir siendo fiel a ti mismo es un trabajo de otro nivel. De eso es de lo que hablo hoy contigo.
Si estás tomando cursos, así como hice yo por años para sentirme capacitada de captar clientes, de llegar a más personas potenciales y sentirme segura de que me iría bien en mi trabajo este blog es para ti.
Aprender a sobresalir luego de una profunda introspección de tus fortalezas, pero sobre todo con la humildad, empatía y compasión que necesita tu cliente para mostrarse con sus problemas y desafíos es todavía más vital.
Es a través de un servicio genuino, desde el deseo de ayudar de forma transparente es como llegas a tus clientes fieles y mantienes relaciones significativas cuando les pones cuidado.
LA FAMA QUE DURA TREINTA SEGUNDAS PARA NADA.
Hacer reels puede ayudarte a impulsar tu visibilidad, pero la cantidad de tiempo que se invierte en redes sociales, en que tenga la canción que más arrastre tiene, en que los bailes, brincos, sitios exóticos capten miradas, los tips que tanto tiempo y dinero te costó aprender para luego dar gratis en clips de treinta segundos.
No te estaría diciendo todo lo que te digo si no viniera de mi experiencia personal y de miles de personas que invierten su activo más valioso a sobresalir de la forma equivocada, su tiempo.
Si te enfocas en servir poderosamente y con verdadera vocación de dar lo mejor de ti, por un costo percibido, pero luego de haber infundido la idea clara del valor que tu cliente recibe con lo que haces profesionalmente lograrás ventas más consistentes porque estás cultivando relaciones, no facturaciones de un mes.
LA PROPUESTA DE VALOR
El marketing digital tiene mucho que aportar a los profesionales para que se impulsen y crezca, pero también creo que es crucial no caer en el desgaste que ofrece su espejismo, el brillo de la fama no paga las cuentas, hay muchos famosos que no tienen con qué pagar sus cuentas y esto es porque el negocio detrás de ser conocido no es ser visto, sino que tu propuesta de valor sea natural, orgánica, clara, valiosa, relevante para tus clientes y rotunda.
Para que tu propuesta de valor sea comprendida y atraiga a tus clientes, los clientes que de verdad te merecen debes trabajar en el sistema que crea esa propuesta de valor.
Te espero en el próximo blog.
#jenniferbarillas